El taxi no tiene operador humano al volante, además no arranca hasta que las puertas están completamente cerradas y los pasajeros se hayan puesto el cinturón.
Por Fabián Pizarro
La capital china se convirtió este jueves en la primera ciudad china en dar luz verde a la operación comercial experimental de vehículos de pasajeros no tripulados, es decir, sin nadie en el asiento del conductor.
Ya dentro del vehículo, el taxi no arranca hasta que las puertas están completamente cerradas y los pasajeros se hayan puesto el cinturón, momento en que se activa un sistema de navegación autónoma que aprovecha la conexión 5G para recibir datos del entorno y que está conectado a cámaras con detección de movimiento.
"Cualquiera que viva en estas zonas puede pedir un robotaxi para que le lleve de la oficina al trabajo. Se usa la aplicación Luobo Kuaipao, que funciona de modo similar a Didi, el Uber chino", explican desde el parque tecnológico Apollo de Baidu en Pekín.
Empresas como el gigante nacional de Internet Baidu y la empresa emergente de vehículos autónomos Pony.ai han recibido permisos para probar sus autos no tripulados en una vía de la zona de demostración de Beijing para impulsar el desarrollo de vehículos de conexión inteligente.
La tarifa que se cobra es equivalente al servicio 'premium' de Didi y cuesta unos 58 yuanes -8,37 euros u 8,81 dólares al cambio- por un viaje de 10 kilómetros.
El Gobierno municipal también publicó una nueva regulación sobre pruebas en calles de vehículos de pasajeros sin conductor, que especifica aún más los requisitos de entrada para los operadores en relación con el kilometraje, la cantidad de pedidos, la seguridad, los recordatorios a los usuarios y las aplicaciones móviles.
La ciudad acoge favorablemente más propuestas sobre innovaciones en tecnologías y modelos comerciales de empresas, dijo Kong Lei, director de la oficina de la zona de demostración de conducción autónoma de alto nivel de Beijing y que consigna la agencia de noticias Xinhua
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