Al ascender más de 500 metros en la Gran Muralla, Castro se convirtió en el Jefe de Estado visitante que ha llegado a la cota más alta del monumento.
Por Fabián Pizarro
Durante la fría mañana del 1 de diciembre del 1995, Fidel Castro visitó la Gran Muralla China. El mandatario cubano se trasladó hasta el sector de la puerta de Badaling, a 65 kilómetros de la capital Beijing para impresionarse con una de las siete “Maravillas del mundo” moderno.
Fidel, de 69 años en ese entonces, caminó tranquilamente durante media hora y soportó estoicamente las bajas temperaturas de la capital China. Admiró cada uno de los rincones que logró visitar y quedó sorprendido con la obra que demoró más de 200 años en construirse y que tiene más de 21.000 kilómetros de extensión.
Al ascender más de 500 metros en la Gran Muralla, Castro se convirtió en el Jefe de Estado visitante que ha llegado a la cota más alta del monumento.
Su visita terminó con la proyección de una película con la historia de la Gran Muralla en formato panorámico de 360 grados.
Detalles de la visita de Castro a China, y su paso por la Gran Muralla, se pueden ver en el documental “Crónica de un abrazo” del realizador cubano Roberto Chile.
La visita de Castro por China se extendió por 10 días, donde se reunión con el Secretario General del Partido Comunista Chino y Presidente, Jiang Zemin, quién lo recibió en el Salón Hebei del Gran Palacio del Pueblo. Castro además se reunión con Primer Ministro chino, Li Peng, en uno de los salones del Diaoyutai, la Residencia de Huéspedes de Estado.
Castro además visitó el Monumento a los Héroes del Pueblo, el Mausoleo al Presidente Mao Zedong, ambos en la Plaza Tiananmen. Allí visitaría además la Puerta y luego las principales instalaciones de la Ciudad Prohibida.
El líder cubano durante su estancia en China también visitó Xian, Shanghai , Shenzhen , Guangzhou , entre otras ciudades.
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