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Japón vierte aguas residuales al océano Pacífico y China prohíbe la importación de productos marinos

  • Fabián Pizarro Arcos
  • 7 sept 2023
  • 3 Min. de lectura

El proceso, que tardará décadas en completarse, forma parte del plan que el Gobierno japonés aprobó hace dos años.


El jueves 21 de agosto, la empresa Tokyo Electric Power (TEPCO), informó que se dio inicio a la controvertida liberación de aguas residuales radiactivas tratadas de la central nuclear de Fukushima Daiichi al océano Pacífico.


El proceso, que tardará décadas en completarse, forma parte del plan que el Gobierno japonés aprobó hace dos años para desmantelar la central nuclear que quedó devastada por el terremoto y posterior tsunami de 2011. La decisión ha provocado protestas en el país y ha despertado las críticas de China, que lo considera “irresponsable y egoísta”, pese a contar con el respaldo del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).


No obstante, el vertido cuenta con la oposición de China, que en un comunicado del Ministerio de Exteriores afirmó que se opone y condena firmemente la decisión de Tokio, considerando que el vertido de agua contaminada es un asunto importante de seguridad nuclear con implicaciones más allá de las fronteras japonesas y de ninguna manera un asunto interno de Japón. Antes, un portavoz de la administración de seguridad nuclear ha calificado el movimiento del Gobierno de Japón como “extremadamente egoísta e irresponsable”, que pone “sus propios intereses por encima del bienestar de la humanidad”. Pekín anuncia que tomará las medidas necesarias para proteger el medioambiente marino, la seguridad alimentaria y la salud pública y que monitorizará de cerca el nivel de radiación en las aguas tras el vertido.


Tokio, por su parte, ha criticado a China por difundir “protestas sin base científica”, asegura que el vertido es seguro y destaca que el OIEA ya ha garantizado que el impacto sobre el medioambiente o las personas es “insignificante”. No obstante, también hay oposición interna, como la de la industria pesquera japonesa, que teme una caída de ventas o vetos a la exportación de sus productos. Por ejemplo, Hong Kong y Macao ya han advertido de que dejarán de comprar pescado procedente de varias regiones japonesas, incluyendo Fukushima y Tokio.


China toma medidas: Prohíbe la importación de productos marinos japoneses


China suspendió la importación de todos los productos acuáticos originarios de Japón a partir del 21 de agosto.


La Aduana de China dijo que la decisión se tomó "para prevenir el riesgo de contaminación radiactiva de la seguridad alimentaria causada por la descarga de agua contaminada nuclear de Fukushima en Japón".


Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China emitió un comunicado diciendo que "ha presentado gestiones solemnes ante la parte japonesa" por el vertido de aguas residuales radiactivas tratadas de la central eléctrica de Fukushima en el océano Pacífico.

El comunicado decía que China “se opone firmemente y condena enérgicamente esto” y exige “que la parte japonesa detenga este acto erróneo”.


¿Por qué verterá Japón agua radioactiva de Fukushim al mar? ¿Qué peligros hay?

China dijo que “la eliminación del agua contaminada por el desastre nuclear de Fukushima en Japón es una importante cuestión de seguridad nuclear con implicaciones transfronterizas, y de ninguna manera es un asunto privado de la familia japonesa”.

Al afirmar que el océano “es propiedad común de toda la humanidad”, el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores afirma que “no hay precedentes de descargas de agua contaminada por accidentes nucleares en el mar provocadas por el hombre”, y no existe una norma reconocida para este tipo de eliminación.


Repitiendo una afirmación anterior, China dijo que la decisión de Japón de iniciar por la fuerza el vertido de “agua contaminada del desastre nuclear de Fukushima al océano es un acto extremadamente egoísta e irresponsable que ignora el interés público internacional”.

China dijo que Japón “seguramente será condenado por la comunidad internacional durante mucho tiempo”.


"El gobierno chino siempre pone al pueblo en primer lugar y tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar la seguridad alimentaria y la salud del pueblo chino", concluyó la cancillería china en su comunicado.


Manifestaciones


Grupos civiles han llevado a cabo protestas en Japón y Corea del Sur. Poco antes del comienzo de los vertidos, varias decenas de personas se han concentrado frente a la sede de Tepco en Tokio, enarbolando pancartas con lemas como “No viertan agua contaminada al mar”. La protesta ha durado alrededor de una hora.


Más importante ha sido una protesta en Seúl, donde la policía detuvo a manifestantes por irrumpir en el edificio que alberga la embajada japonesa. El grupo, de jóvenes en su mayor parte, llegó a alcanzar el octavo piso, donde se encuentra la legación diplomática, y colgó pancartas contra el vertido, con lemas como “el mar no es el cubo de basura de Japón” o “dejen de verter agua contaminada de una vez”.



 
 
 

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