China se abre a Latinoamérica: Una puerta sin visa para los viajeros del sur
- Fabián Pizarro Arcos
- hace 1 hora
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Para Chile y sus vecinos del Cono Sur, es hora de mirar hacia Oriente con nuevos ojos, y por qué no decirlo, de preparar las maletas.
Por Fabián Pizarro, Editor General de “Descubriendo China”

En un gesto tan estratégico como simbólico, China ha decidido eliminar el requisito de visado para ciudadanos de Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay. Esta política, que permite estancias de hasta 30 días sin necesidad de tramitar un visado, marca un hito en la relación entre el gigante asiático y América Latina.
Más allá de facilitar los viajes, esta medida revela una clara señal: China se está abriendo al mundo con un interés renovado en conectar con culturas diversas y atraer nuevos visitantes, especialmente del hemisferio sur.
Para los chilenos, esta noticia es particularmente significativa. Chile ha mantenido una relación estable con China, siendo uno de los primeros países latinoamericanos en firmar un tratado de libre comercio con el país asiático. La exención de visado no solo refuerza esos lazos, sino que también convierte a China en una alternativa accesible y atractiva para el turismo, los negocios y la educación.
Desde la Gran Muralla hasta los templos de Xi’an y sus fantásticos Guerreros de Terracota, pasando por las modernas metrópolis como Shanghái y Shenzhen, China ofrece una experiencia cultural rica y diversa, con gente amable y que ahora es cercana que nunca para los viajeros chilenos. Para los amantes de la gastronomía, el arte tradicional o la tecnología de punta, la posibilidad de entrar al país sin trámites burocráticos abre un abanico de nuevas oportunidades.
Esta política también se alinea con los esfuerzos de China por posicionarse como un destino turístico global en la era post-pandemia. Al facilitar la llegada de turistas latinoamericanos, China no solo amplía su alcance cultural, sino que también demuestra un interés estratégico en fomentar vínculos con regiones que tradicionalmente han estado fuera del radar turístico chino.

Además, esta apertura ofrece oportunidades para emprendedores del turismo en Chile: agencias de viaje, operadores turísticos y creadores de contenido pueden aprovechar esta nueva dinámica para construir puentes culturales, impulsar paquetes turísticos temáticos y promover el intercambio bilateral.
Por supuesto, no todo es turismo. La exención de visado también facilita misiones comerciales, intercambios académicos y visitas institucionales. El potencial es enorme, y dependerá de cada país —y de sus ciudadanos— cómo capitalizar esta oportunidad.
En un mundo donde las fronteras tienden a endurecerse, que una potencia como China decida abrir las suyas sin pedir nada a cambio, al menos en términos de visado, es un gesto que vale la pena destacar.
Para Chile y sus vecinos del Cono Sur, es hora de mirar hacia Oriente con nuevos ojos, y por qué no decirlo, de preparar las maletas.
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