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El cloisonné, el arte favorito de los emperadores chinos

  • Fabián Pizarro Arcos
  • hace 4 horas
  • 2 Min. de lectura

El cloisonné  se originó en el mundo árabe y fue introducido a China a finales de la dinastía Yuan (1271-1368).


Por Fabián Pizarro


Este espacio es una alianza con la Revista China Hoy


El cloisonné chino es una artesanía de varios siglos que consiste en crear diseños sobre cuerpos de cobre con esmalte de color colocado dentro de divisiones hechas de alambres de cobre, que se doblan para seguir el contorno de patrones decorativos. Esta forma de arte se originó en el mundo árabe y se introdujo en China a finales de la dinastía Yuan (1271-1368). Desde entonces, se convirtió en una de las favoritas de los emperadores del país.


El “azul Jingtai”


Con el tiempo, esta expresión artística se tornó en una artesanía tradicional distintiva en la capital, Beijing. Durante el reinado del emperador Jingtai (1450-1457) de la dinastía Ming, el cloisonné chino alcanzó su apogeo, caracterizado por un color azul que recibió el nombre de “azul Jingtai”. Tanto las dinastías Ming (1368-1644) como Qing (1644-1911) establecieron talleres imperiales de cloisonné, y hoy en día, el Museo del Palacio, en Beijing, alberga una gran colección de piezas de cloisonné de las dinastías Yuan, Ming y Qing.


Los productos de cloisonné son conocidos por sus intrincados diseños y vibrantes colores, posibles gracias a las técnicas de bronce, esmaltado y grabado en metal, así como a la pintura tradicional china. Las obras de cloisonné chino han sido exhibidas en numerosas exposiciones de primer nivel, tanto nacionales como internacionales, y son presentadas a menudo como obsequios nacionales en ocasiones importantes. En 2006, el cloisonné chino fue incorporado a la primera lista de bienes del patrimonio cultural inmaterial nacional de China.


Si bien los productos terminados son impresionantes, el proceso de fabricación es complejo y consta de seis pasos principales: creación de cuerpos metálicos, doblado de alambres, aplicación de esmalte, cocción, pulido y dorado.


Doblar y colocar alambres requiere mucha paciencia, ya que los artesanos usan pinzas para moldear finos alambres metálicos y crear diseños exquisitos. Los esmaltes, elaborados con minerales finamente molidos, son preparados en 8 a 10 tonos diferentes para cada tono y luego se rellenan cuidadosamente los espacios celulares. Incluso en un espacio limitado, el degradado de color es necesario para crear un efecto vívido y realista. La cocción es otro paso crucial, que depende en gran medida de la experiencia del artesano, ya que el tiempo de cocción de los productos varía según su tamaño y forma.


Hoy en día, este arte tradicional se ha adaptado para satisfacer las nuevas demandas del mercado y la estética moderna. En la Fábrica de Esmaltes de Beijing (también conocida como el Museo de Arte Cloisonné de Beijing), las piezas de cloisonné abarcan desde grandes adornos como cuadros y relojes de pie hasta pequeñas piezas de joyería como collares y pendientes. Asimismo, los diseños de edificios basados en el cloisonné se han convertido en una nueva tendencia, como puede apreciarse en las decoraciones del Aeropuerto Internacional Daxing de Beijing y en la estación Jingtai de la línea 14 del metro de la capital china.


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