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La Fiesta de Medio Otoño: La Noche más luminosa de China

  • Fabián Pizarro Arcos
  • 6 oct
  • 4 Min. de lectura

China celebra su “Fiesta de Medio Otoño” justo cuando la luna alcanza su punto más redondo y brillante del año, evocando la plenitud y la unión familiar.

 

Por Fabián Pizarro



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Cada año, cuando la luna se alza redonda y brillante sobre el cielo de otoño, millones de familias chinas levantan la vista hacia ella para celebrar uno de los festivales más antiguos y poéticos de su cultura: la Fiesta del Medio Otoño (Zhōngqiū Jié, 中秋节). También conocida como el Festival de la Luna, esta celebración se ha convertido en un símbolo de reunión familiar, gratitud y esperanza, donde tradición y modernidad conviven en una de las noches más significativas del calendario lunar chino.


Un origen milenario bajo la luna


La Fiesta del Medio Otoño se celebra el decimoquinto día del octavo mes lunar. En 2025, la fecha se celebra este el 6 de octubre, cuando la luna alcanza su punto más redondo y brillante del año, evocando la plenitud y la unión familiar.


Su historia se remonta a más de 3.000 años, con raíces en los rituales de las dinastías Shang (1600–1046 a.C.) y Zhou (1046–256 a.C.), cuando los agricultores ofrecían sacrificios a la luna para agradecer las buenas cosechas y pedir prosperidad. Con el paso del tiempo, estos ritos agrícolas se entrelazaron con leyendas, mitos y costumbres populares que consolidaron al festival como una de las tres festividades más importantes de China, junto con el Año Nuevo Lunar y el Festival del Bote del Dragón.

 

La leyenda de Chang’e: la diosa de la Luna



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La historia cuenta que Hou Yi fue un arquero que salvó al mundo derribando nueve de los diez soles que abrasaban la Tierra. Como recompensa, recibió un elixir de inmortalidad, pero lo guardó para vivir eternamente junto a su amada. Un día, mientras Hou Yi estaba fuera, un aprendiz intentó robar el elixir. Para protegerlo, Chang’e lo bebió y ascendió al cielo, estableciéndose en la luna. Desde entonces, Hou Yi le ofrece dulces y frutos cada año durante la noche más brillante del otoño, esperando verla entre las sombras plateadas.


Esa noche, millones de personas en toda China levantan la vista hacia la luna, evocando el amor y la nostalgia de los reencuentros lejanos.


Costumbres que iluminan las noches chinas


La reunión familiar es el corazón de esta festividad. Así como el Año Nuevo Lunar une a los chinos al inicio del ciclo agrícola, el Medio Otoño los reúne a mitad del año para celebrar la cosecha y fortalecer los lazos afectivos. Las familias se sientan juntas a contemplar la luna, símbolo de unidad y plenitud.


Las linternas son otro elemento esencial. En ciudades, pueblos y parques se organizan desfiles con linternas de papel, que adoptan formas de animales, flores o personajes mitológicos. En el pasado, los niños las encendían con velas; hoy, muchas se iluminan con luces LED o se elevan al cielo en globos de papel, creando un espectáculo visual de colores y luces que simboliza los deseos de felicidad y prosperidad.


En Hong Kong, Macao y el sur de China, son populares los juegos de adivinanzas con linternas (dēngmì, 灯谜), donde los participantes intentan descifrar enigmas escritos en tiras de papel colgadas de las linternas. En el norte, especialmente en Beijing, las familias suelen pasear por los parques o los templos mientras disfrutan de dulces tradicionales.


Los pasteles de luna: el sabor del reencuentro



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Si hay un símbolo gastronómico del Festival del Medio Otoño, es sin duda el pastel de luna (yuèbǐng, 月饼). Este dulce redondo, que recuerda a la forma de la luna llena, representa la unidad familiar. Tradicionalmente, se rellena con pasta de loto, frijol rojo o semillas mixtas, y en el centro suele llevar una yema de huevo salado, símbolo del astro lunar.


Cada región de China tiene su propia versión. En Cantón, los pasteles son suaves y brillantes; en Suzhou, son más crujientes y ligeramente salados; y en Yunnan o Sichuan, se preparan con sabores exóticos como jamón o flores.


Regalar pasteles de luna a familiares, amigos o colegas es una costumbre esencial, una forma de expresar buenos deseos y reforzar los lazos personales y laborales.

 

El significado cultural y espiritual



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Más allá de su belleza visual y su sabor, la Fiesta del Medio Otoño está impregnada de un profundo significado filosófico. En la tradición confuciana, la familia es el pilar de la sociedad, y esta festividad la exalta como el núcleo de la armonía social. En el pensamiento taoísta, la luna simboliza el equilibrio entre el yin y el yang, la dualidad de la vida y la naturaleza. Y para los poetas de las dinastías Tang y Song, la luna ha sido musa y metáfora de los sentimientos más humanos: amor, distancia, esperanza y eternidad.


Uno de los poemas más famosos sobre esta noche fue escrito por el gran poeta Su Shi (Su Dongpo) durante la dinastía Song (siglo XI):


“Aunque estemos separados por mil millas, compartimos la misma luna brillante.”

 

Estas líneas aún resuenan hoy en las celebraciones, recordando que, sin importar la distancia, la luna une a quienes se aman.


La luna como espejo del alma china


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La Fiesta del Medio Otoño es mucho más que un evento festivo: es un espejo del alma china, que refleja su amor por la familia, la naturaleza, la poesía y la armonía. En un mundo acelerado, esta noche de luna llena invita a detenerse, mirar al cielo y recordar que, pese a la distancia y el tiempo, todos compartimos la misma luz plateada que une corazones.


Bajo esa luna redonda que flota sobre los tejados antiguos y las metrópolis modernas, China celebra su herencia milenaria y su espíritu de unión, dejando claro que, en cada plenitud lunar, renace también el deseo de estar juntos.

 



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