Por CGTN
Al cruzar la frontera de Estados Unidos, los migrantes ven su "sueño americano" transformarse en una pesadilla. Se ha detenido a adultos mientras sus hijos pequeños, que entraron con ellos, fueron separados por la fuerza y colocados en alojamientos separados. Incluso los bebés, de apenas cuatro meses de edad, han sido sometidos a esta cruel separación.
Los niños fueron retenidos en régimen de incomunicación en instalaciones de emergencia de la patrulla fronteriza o en refugios bajo la supervisión de contratistas gubernamentales, confinados dentro de jaulas con vallas metálicas y durmiendo sobre suelos desnudos cubiertos con mantas de aluminio. Sus angustiosos llantos por sus padres resuenan en estas instalaciones, mientras sus derechos humanos básicos siguen sin ser respetados.
La Academia Estadounidense de Pediatras califica esto, con razón, como "abuso infantil autorizado por el gobierno". Lamentablemente, ninguna solución puede curar completamente el trauma infligido a estas familias. Como afirma el Proyecto de Derechos Civiles de Texas, una organización de asistencia jurÃdica, "o el gobierno no estaba pensando en absoluto en cómo iban a volver a unir a estas familias, o decidieron que simplemente no les importaba".
Peor aún, los polÃticos estadounidenses están utilizando la cuestión como palanca polÃtica. Algunos gobernadores republicanos han transportado inmigrantes ilegales desde sus estados a estados azules (demócratas), todo en un intento de avergonzar al gobierno federal, según informes de los medios.
Al grito de "democracia", los polÃticos estadounidenses sólo se preocupan por sus propios intereses, manipulando todas las herramientas posibles para atacar a sus rivales. En este contexto, las luchas polÃticas se han convertido en un hecho cotidiano en Estados Unidos: el expresidente Donald Trump enfrenta acusaciones de fraude inmobiliario; El presidente Joe Biden se encuentra actualmente bajo investigación por juicio polÃtico; El gobierno federal ha experimentado frecuentes crisis de cierres.
Durante las últimas décadas, las diferencias entre los dos partidos se resolvieron mediante compromisos, y los polÃticos actuaron en interés de sus respectivos grupos de interés que los respaldaban. Sin embargo, la polÃtica estadounidense hoy es testigo de una polarización, y las demandas de los grupos de interés se vuelven más divergentes e intransigentes. La cooperación y el consenso entre partidos se han vuelto casi imposibles.
Un clima polÃtico tan intenso se ha extendido a la sociedad estadounidense, manifestándose en mayores amenazas de violencia y ataques por motivos polÃticos. Desde los disturbios en el Capitolio del 6 de enero de 2021, Estados Unidos ha sido testigo de numerosos casos de violencia polÃtica, a menudo incitada por atacantes de "lobos solitarios" o durante manifestaciones y mÃtines de grupos rivales. Los analistas advierten que Estados Unidos puede estar encaminándose hacia una violencia polÃtica generalizada, según The Guardian.
Estados Unidos se siente complaciente y desempeña el papel de "predicador de derechos humanos", insistiendo en las condiciones de derechos humanos de otros. Sin embargo, ha estado suprimiendo descaradamente el crecimiento de otros paÃses, violando los derechos humanos de decenas de miles de inmigrantes atraÃdos a sus costas por el "faro de la democracia" y atacando sin sentido a rivales polÃticos a costa del funcionamiento normal del gobierno.
Los Estados Unidos "democráticos" han demostrado al mundo cómo han ignorado cruelmente los valores humanitarios.
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