Hasta la fecha, ya se ha completado la construcción del edificio principal y se han instalado los 84 módulos funcionales.
Por Fabián Pizarro
A medida que la construcción de la nueva estación de investigación de China en la Antártida se acerca a su fase final, se prevé que funcione como un centro científico autosuficiente, que atienda a los científicos chinos dedicados a actividades de investigación en la región sudoccidental del continente.
Hasta la fecha, ya se ha completado la construcción del edificio principal de la estación, situada a lo largo de la costa del mar de Ross, y también se han instalado todos los 84 módulos funcionales.
"No se trata simplemente de construir un edificio. Se debe tener en cuenta su infraestructura, que incluye carreteras, puertos, recursos de energía, tratamiento de agua y sistemas de comunicación. Además, debemos tener en cuenta la funcionalidad del edificio. Debe contar con espacios para oficinas, investigaciones científicas, experimentos, almacenamiento, vivencia y recreación del personal, y otras actividades sociales.”, sostiene Duan Meng, Diseñador jefe de la estación de investigación. Duan agrega que “A pesar de su pequeño tamaño, la estación de investigación es en realidad una ciudad científica en miniatura".
Para acortar el período de construcción en el sitio y reducir los residuos de construcción, todas las estructuras de acero de la nueva estación de investigación científica ya fueron segmentadas en varios módulos y preensambladas en China, como una forma de refinar los planos de diseño y probar el rendimiento por adelantado.
Duan puntualiza que “Los módulos prefabricados representan el 45 por ciento de todo el edificio. Todos los trabajos de montaje y decoración interior se realizaron en China y, al llegar al lugar, se pueden instalar rápidamente en la estructura. Una vez conectadas las tuberías, el edificio estará listo para mudarse inmediatamente. Es un proceso muy rápido".