Con esta práctica, los aldeanos desean que el nuevo año esté lleno de éxito, paz y felicidad.
Por Fabián Pizarro
En la madrugada del día posterior al Festival de las Linternas, en medio del aire festivo derivado de la Fiesta de la Primavera, los vecinos del pueblo Xiadongzhai, ubicado en el distrito de Pingding de la provincia septentrional china de Shanxi, se levantan temprano y se dirigen a un antiguo camino para presenciar la jubilosa y animada corrida de caballos, conocida en chino como "Paomapai".
No solo se trata de una costumbre milenaria local sino también de un patrimonio cultural intangible de China. En el decimosexto día del primer mes del calendario lunar, todos los residentes se reúnen para ver a sus compañeros vestidos con trajes de época, galopando en sus corceles por una callejuela concurrida.
Después de una oleada de aplausos, la actividad comienza oficialmente a las 9:00 horas. La multitud se extiende por ambos lados de la antigua vía y los equinos corren a lo largo de ella. Se escuchan relinchos y aplausos.
De acuerdo con Dong Huping, principal heredero de la costumbre, la corrida grupal de caballos data de la dinastía Han Oriental y conmemora a los mensajeros que transmitían información importante entre las postas durante las guerras.
Xiadongzhai, perteneciente al poblado de Niangziguan en el distrito de Pingding, fue incluido en el séptimo listado de pueblos históricos y culturales de China, en 2019. Ha sido desde tiempos inmemoriales una conexión militar y comercial, por donde inevitablemente pasaban los mensajeros.
"Muchas de las características de la época están incluidas en la forma como hemos heredado (las tradiciones) hoy en día," sostiene Dong.
Explica que, por ejemplo, solían llevarse cartas urgentes y ante la premura de la situación, no siempre se alcanzaba a ensillar los corceles y sus jinetes debían mantener el equilibrio usando sus propias habilidades de montar.
Como una herencia con mil años de antigüedad, hoy en día el "Paomapai" se ha convertido en una manifestación imprescindible de la Fiesta de la Primavera en Xiadongzhai. Con esta práctica, los aldeanos desean que el nuevo año esté lleno de éxito, paz y felicidad.
Para promover su preservación y desarrollo, la aldea alienta la participación de los jóvenes, quienes son orientados por los habitantes ancianos. Además, en los últimos años se ha financiado activamente, al establecer un centro de estudio de la tradición y comprar caballos, accesorios y vestuarios.
"Cada año, los jóvenes se apegan al evento, lo que les permite no solo transmitir su cultura tradicional, sino también aumentar su sentido de identidad y orgullo por su pueblo natal," comenta Dong.
Durante la carrera, el poblado también lleva a cabo desfiles, festividades autóctonas de arte folclórico, fuegos artificiales y otras expresiones culturales propias de la Fiesta de la Primavera, lo cual atrae a cerca de 30.000 turistas.
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