Se estima que estos acuerdos fortalecerán las reservas del Banco Central transandino.
Por Fabián Pizarro
Sergio Massa, ministro de Economía de Argentina, acompañado por Máximo Kirchner en todas las reuniones oficiales, inició su gira por China con acuerdos de obras públicas vinculadas al saneamiento y la distribución de electricidad que se construirán en Buenos Aires y la Capital Federal.
Massa obtuvo casi mil millones de dólares en inversiones y desembolsos de empresas chinas que tienen proyectos en la Argentina. “Me parece que es importante acordar cosas que sirven para el presente, pero también es importante tener mirada estratégica para el desarrollo”, aseguró Massa a Infobae.
La delegación argentina tuvo encuentros con el Grupo Gezhouba, la empresa Power China y la compañía State Grid, que ocurrieron en el salón Diamond Ballroom del hotel Westin.
El Grupo Gezhouba construye las represas hidroeléctricas en la Patagonia y se comprometió a desembolsar 524 millones de dólares en las próximas semanas. Esos fondos serán girados al Banco Central y se computarán como reservas.
Asimismo, Grupo Gezhouba financiará el desarrollo de dos plantas depuradoras y de tratamiento cloacal de AySA. La empresa State Grid realizará una inversión inicial de 330 millones de dólares, que prevé el desarrollo de líneas de alta tensión para beneficiar a casi ocho millones de habitantes del conurbano bonaerense y la Capital Federal.
Power China había ofrecido a la Argentina una inversión de más de 1.000 millones de dólares para construir el tramo II del gasoducto, pero Massa teme que la obra se demora por los propios tiempos del régimen comunista y optó por llamar a licitación bajo tres segmentos determinados: obra pública, tubos y financiamiento.
El ministro adelantó a los representantes de Power China que ellos podrán usar la inversión propia para competir, y a continuación les añadió que también tendrá en cuenta a otros ofertantes que aseguren la obra en un plazo razonable.
Massa considera indispensable el tramo II del gasoducto Néstor Kirchner y no quiere quedar atado a los plazos diletantes que aplica China en la mayoría de sus emprendimientos estructurales.