Blinken, aseguró que EE. UU. busca fortalecer la comunicación con China, gestionar las diferencias y promover la cooperación.
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Por Fabián Pizarro
El vicepresidente de China, Han Zheng, se reunió el lunes en Nueva York, por separado, con el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, al margen del 78º período de sesiones en curso de la Asamblea General de la ONU.
Han dijo a Guterres que el mundo actual se enfrenta a cambios acelerados nunca vistos en un siglo con varios factores inestables e inciertos entrelazados.
Cuanto más compleja y sombría es la situación internacional, más necesario es defender el multilateralismo verdadero y más necesita el mundo una ONU fuerte, afirmó.
La visión de construir una comunidad de futuro compartido de la humanidad, la Iniciativa de la Franja y la Ruta, la Iniciativa de Desarrollo Global, la Iniciativa de Seguridad Global y la Iniciativa de Civilización Global, propuestas por el presidente chino, Xi Jinping, están sumamente alineadas con los ideales y objetivos de las Naciones Unidas y han sido ampliamente reconocidas y apoyadas activamente por la comunidad internacional, manifestó Han.
China, como siempre, será un constructor de la paz mundial, un contribuyente al desarrollo global y un defensor del orden internacional, y apoyará a las Naciones Unidas para que desempeñen un papel central en los asuntos internacionales, expresó.
Por su parte, Guterres agradeció a China su firme apoyo a la causa de la ONU y elogió las importantes iniciativas propuestas por el presidente chino.
Al reunirse con Blinken, Han dijo que una relación China-EE. UU. saludable y estable es buena para los dos países y el mundo.
Tras describir el desarrollo de China como una oportunidad más que un desafío, una ganancia más que un riesgo para EE. UU., Han dijo que las dos partes bien pueden contribuir al progreso de la otra y lograr la prosperidad común.
Aseveró que China mantiene coherencia y estabilidad en su política hacia EE. UU., siguiendo los tres principios propuestos por el presidente Xi, a saber, el respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación con ganancias compartidas, a la hora de considerar y gestionar los nexos entre los dos países.
Han expresó la esperanza de que EE. UU. trabaje con China para llevar adelante el importante consenso alcanzado por los dos jefes de Estado en Bali, Indonesia.
A su parecer, ambas partes deben tomar medidas prácticas, crear condiciones favorables y aportar más para mejorar el entendimiento, la confianza mutua y la cooperación recíprocamente beneficiosa, a fin de que las relaciones entre China y EE. UU. vuelvan a una vía sana y estable y generen beneficios para los dos países y el resto del mundo.
Blinken, por su parte, aseguró que EE. UU. busca fortalecer la comunicación con China, gestionar las diferencias y promover la cooperación.