En una decisión histórica, Xi Jinping obtuvo este domingo un tercer mandato consecutivo como secretario general del Partido Comunista de China (PCCh).
Por Fabián Pizarro desde Beijing
El domingo 23 de octubre finalizó una de las semanas más importantes de la política china en el último tiempo, conocimos de primera mano a los líderes que estarán a cargo del partido más grande de China y el Mundo: El Partido Comunista Chino. Xi se consolida como guía absoluto para los más de 1400 millones de chinos y se proyecta como uno de los personajes más importantes de los próximos cinco años. Relevante a nivel interno, pero además en el mundo entero. Hoy más que nunca toma relevancia el dicho “Si China se resfría, a todos nos da gripe” para graficar la importancia que tiene el país asiático en todo nuestros países.
Xi logró en el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China aunar y encausar las políticas del Partido hacia un bien común, enarbolando la gran bandera del socialismo con peculiaridades chinas, con adhesión al marxismo-leninismo, al pensamiento de Mao Zedong, a la teoría de Deng Xiaiping, al importante pensamiento de la triple representatividad y a la concepción científica del desarrollo. El apoyo de los 2.296 delegados fue absoluto a la hora de confirmar el “Informe del XIX Congreso”, lo que le permitió ser confirmado como Secretario general del PCCh, lo que se suma a su cargo como jefe de Estado y presidente de la Comisión Militar Central de China.
Este domingo, el mandatario chino apareció en el “Salón Dorado” del Gran Salón del Pueblo en Beijing junto con otros miembros del Comité Permanente del Politburó, el máximo órgano de toma de decisiones en el PCCh.
Como es costumbre en esta ceremonia, el nuevo Secretario General presentó públicamente a los nuevos miembros del Comité Permanente del Politburó que le acompañarán durante este nuevo mandato:
Li Qiang, nuevo primer ministro en sustitución de Li Keqiang
Zhao Leji
Wang Huning
Cai Qi
Ding Xuexiang
Li Xi
En su discurso dijo que “el Partido Comunista Chino había logrado establecer una moderado sociedad próspera y que ahora daría pasos confiados en un nuevo viaje para crear una China socialista moderna”. Xi también ofreció luces de cómo será la relación económica con el mundo, sobre todo ahora que existen temores de que el país se esté cerrando a la economía mundial: "China no puede desarrollarse sin el mundo y el mundo también necesita a China", dijo el mandatario.
"Después de más de 40 años de esfuerzos incansables hacia la reforma y la apertura, hemos creado dos milagros: un rápido desarrollo económico y una estabilidad social a largo plazo", agregó.
Xi: "construir un ejército fuerte en la nueva era".
El trabajo que discutieron, y finalmente aprobaron los casi 2300 delegados sostiene que “considerando la seguridad del pueblo como propósito, la seguridad política como fundamento, la seguridad económica como base, la seguridad militar, científico-tecnológica, cultural y social como garantía y el impulso de la seguridad internacional como apoyo, debemos hacer un planeamiento conjuntamente contemplado de la seguridad exterior y la interior, de la del territorio y la de la ciudadanía, de la convencional y la no convencional, y de la individual y la colectiva, y también de la preservación y forja de la seguridad nacional”.
En su discurso inaugural, Xi Jinping, llamó a apuntalar el dominio militar chino a través de la construcción de un ejército de categoría mundial. Gran parte de su elocución se centró en la seguridad nacional, en la necesidad de que el país esté preparado para una eventual crisis de alimentaria y energética y en mejorar la capacidad de reacción de la nación frente a eventuales catástrofes. Estos puntos son de vital importancia para China, por eso los énfasis en los documentos oficiales que se desprendieron de las sesiones del Congreso.
Xi lo tiene claro, ante una turbulenta e inestable situación mundial, china debe estar preparada para primero, defender su soberanía, pero además un conjunto de instituciones y entidades estatales que son claves para el funcionamiento del país. No se trata de armarse y prepararse para la guerra, el Secretario general dijo en su discurso que "Debemos fortalecer nuestro sentido de la dificultad y estar preparados para el peligro en tiempos de paz", por eso subrayó que "Hay que estar alerta para días de lluvia, estar listos para afrontar grandes vientos y oleajes, asegurar cadenas de suministro y mejorar la capacidad de hacer frente a las catástrofes, así como proteger la información personal".
El Congreso destaca que la directriz de "un país con dos sistemas", una gran iniciativa pionera del socialismo con peculiaridades chinas y el mejor ordenamiento institucional para mantener en Hong Kong y Macao una prosperidad y una estabilidad duraderas tras su retorno, se debe sostener con firmeza a largo plazo. Peor sus ojos están puesto en la cuestión de Taiwan y los contantes hostigamientos de pequeños grupos separatistas y a notable intervención de los EE.UU. La última visita de Nancy Pelosi al estrecho agitó las aguas e hizo que China respondiera firmemente, de hecho el presidente Xi lo dijo muy claramente: “Resolver la cuestión de Taiwán es un asunto de los chinos, un asunto que debe ser resuelto por los chinos", y agregó que “Seguiremos luchando por la reunificación pacífica con la mayor sinceridad y el máximo esfuerzo, pero nunca prometeremos renunciar al uso de la fuerza, y nos reservamos la opción de tomar todas las medidas necesarias”. Muchos lo vieron como una amenaza, pero internamente fue acogido como una declaración de algo que siempre se supo en términos de defender la soberanía del país.
El XX Congreso desde América latina
En América latina en general, y en Chile en particular, el XX Congreso Nacional del Partido Comunista Chino se siguió con gran interés y atención. Sabemos las importantes decisiones que ahí se toman y estamos conscientes que ellas repercuten fuertemente en nuestros países, sobre todo las que tienen que ver con temas económicos, diplomáticos y estratégicos geopolíticos.
En Chile los medios más importantes dieron amplia cobertura a los siete días del Congreso, destacando ampliamente la reelección del Secretario General Xi Jinping como máximo líder del partido. En los círculos políticos y comerciales, ven con buenos ojos que Xi siga al mando del PC Chino, porque asegura continuidad a la agenda trazada desde ya 10 años, y aún más pensando en su casi segura reelección como Presidente Chino en marzo del 2023.
El líder chino enfatizó en su discurso, que su país va a promover lo que denomina “la promoción de la apertura de alto estándar “que implica expandir firmemente la apertura institucional en cuento a las reglas, regulaciones, gestión y estándares. “Asimismo, se llevarán a cabo esfuerzos por acelerar la transformación de China en un país comercialmente fuerte, promover el desarrollo de alta calidad de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, así como para preservar la diversidad y estabilidad del panorama económico internacional y las relaciones económicas y comerciales” refiriendo con ello la mencionada estrategia de relaciones multilaterales, lo que desde este lado del mundo vemos con buenos ojos y esperanza, muchos países latinos seguirán siendo socios comerciales de China y se estima que esos intercambios sean con mayor frecuencia y volumen.
Celebramos y vemos expectantes el futuro de China, vemos un plan claro de futuro con una agenda llega de desafíos, de trabajo por realizar y metas que alcanzar, que estamos seguros se conseguirán. China ha demostrado en sus más de cinco mil años de historia que tiene la capacidad, resiliencia y perseverancia para lograr su objetivos, muestra de eso son estos más de 100 años donde el PCCh ha estado al mando de la nación y ella ha sido próspera y contundente.